PERIODONCIA

Uno de los pilares fundamentales de una buena salud bucal es la salud de las encías. Ellas, junto con los huesos maxilares, son los tejidos de sostén de los dientes y, además, son un factor esencial en la estética de la sonrisa.

Lo más importante para tener una encía sana es tener una correcta higiene dental. Lamentablemente todavía hay mucha desinformación en la población general sobre cómo hacer un correcto cepillado dental y sobre el uso del hilo dental u otros mecanismos de higiene interdental (entre dientes), lo que ocasiona que uno de los motivos más frecuentes de consulta sea el sangrado y dolor de las encías.

Sobre esto hay que saber que NO es normal que nuestras encías sangren al cepillado. Las encías sangrantes, son una manifestación de inflamación que hay que tratar.

Cuando la inflamación se limita a las encías la llamamos gingivitis, pero cuando esta inflamación se instaura de manera crónica por la acumulación de irritantes como biofilm bacteriano y cálculo por debajo del nivel de la encía, puede afectar al hueso que sujeta al diente ocasionando movilidad y pérdida dentaria. A esta enfermedad se le llama periodontitis.

El tratamiento básico y más frecuente para controlar estas enfermedades es el raspado y alisado radicular, que puede necesitar de una segunda fase quirúrgica y una vez controlada la enfermedad, se puede recurrir a técnicas quirúrgicas de regeneración de tejidos periodontales.

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¿Puedo curarme de la periodontitis?

La respuesta es definitivamente sí, sin embargo, hay que resaltar que todo el tejido óseo y encía perdidos en el proceso de la enfermedad no se recuperan (a menos que posteriormente se haga una cirugía de regeneración periodontal).

El tratamiento básico busca detener la enfermedad, sin embargo, aún después de un tratamiento exitoso, el paciente periodontal sigue siendo un paciente de periodontitis durante el resto de su vida ya que debe mantener un control exhaustivo que evite una reactivación de la enfermedad.

¿Qué es un tratamiento de raspado y alisado radicular? ¿Me va a doler?

Es el tratamiento básico por excelencia para tratar la periodontitis en una primera fase.

Consiste en limpiar en profundidad las encías, mediante instrumentos especialmente diseñados para ello.  

Algunos pacientes refieren sensaciones desagradables (como grima o repelús) pero en ningún caso dolor, puesto que se realiza bajo anestesia local. En contraparte, todos los pacientes en sus consultas sucesivas, refieren la inmensa mejoría que experimentan después del tratamiento: sensación de boca limpia, desaparición de molestias y sangrado, conciencia y criterio en sus técnicas de higiene y eliminación del mal aliento.

¿Qué cuidados posteriores al raspado necesitaré tener?

Inmediatamente al raspado, simplemente debe evitar morderse lengua y mejillas porque estará anestesiado.

Usted debe salir de la consulta con una técnica de higiene correcta, incluido cepillado dental y limpieza interdental que le enseñará su periodoncista, dentista o higienista mediante una demostración en su propia boca. Desde el primer momento usted debe llevar a cabo su higiene dental bajo estas instrucciones. 

Asimismo, debe acudir a una cita de revisión que normalmente se pauta a los 15 días del raspado y cumplir con el protocolo de mantenimiento que le recomienden (suele hacerse a los 2, 6 y 12 meses después del raspado). No hacer el debido mantenimiento es, en la mayoría de casos, abocar el tratamiento al fracaso.

 

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